El autismo en adultos es un tema importante que merece atención. Muchas personas descubren que tienen autismo cuando ya son adultas, a pesar de que generalmente este trastorno se diagnostica en la infancia. El autismo no es una enfermedad, sino una forma de ser que afecta la forma en que una persona se relaciona con el mundo que la rodea. Para algunas personas, el diagnóstico adecuado en la infancia puede ser difícil debido a la diversidad de manifestaciones del autismo. Esto a menudo resulta en que el diagnóstico se pase por alto durante años.
¿Cómo se puede detectar el autismo en adultos?
La detección en adultos puede ser complicada por varias razones. En primer lugar, los profesionales de la salud suelen estar más familiarizados con el diagnóstico de niños pequeños y pueden carecer de las herramientas y los recursos necesarios para identificar el autismo en adultos. Además, muchos de los cuestionarios de evaluación disponibles se centran en la infancia de la persona, lo que dificulta la recopilación de la información necesaria para realizar un diagnóstico en adultos.
Existen varios desafíos en la evaluación del autismo en adultos, que incluyen:
- Falta de capacitación de profesionales en autismo en adultos: Muchos profesionales de la salud carecen de la formación necesaria para identificar el autismo en adultos, ya que a menudo se centran en el diagnóstico y tratamiento de niños con este trastorno.
- Asociación de adultos con otros trastornos: A veces, los adultos con autismo pueden estar asociados con otras condiciones médicas o psiquiátricas que dificultan el diagnóstico preciso y pueden llevar a la confusión.
- Limitación en la información de desarrollo temprano: Los familiares pueden tener dificultades para recordar los hitos del desarrollo de la infancia de la persona, lo que puede ser crucial para un diagnóstico preciso.
- Desarrollo de estrategias de afrontamiento: Los adultos con autismo a menudo desarrollan estrategias para adaptarse a su entorno, lo que puede enmascarar algunos de los síntomas del trastorno y dificultar su identificación.
- Pruebas estandarizadas diseñadas para niños: Muchas de las pruebas utilizadas para evaluar el autismo están diseñadas específicamente para niños, lo que puede no ser adecuado para su aplicación en adultos.
- Diagnóstico erróneo de otros trastornos: En ocasiones, los adultos con autismo han sido diagnosticados incorrectamente con otros trastornos, como trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) o discapacidad intelectual (DI), lo que dificulta la identificación precisa de su condición.
- Comorbilidad con entidades psiquiátricas: En algunos casos, los adultos con autismo pueden presentar condiciones psiquiátricas adicionales que pueden superponerse parcialmente con los síntomas centrales del trastorno del espectro autista (TEA), lo que complica aún más la evaluación.
Por todas estas razones, es esencial que la evaluación de autismo en adultos se realice a través de un equipo interdisciplinario especializado en autismo en adultos. Esto asegura que se tengan en cuenta todas las complejidades y se realice un diagnóstico preciso que permita el acceso a los servicios y apoyos adecuados.
Las personas que finalmente son diagnosticadas en la edad adulta a menudo han pasado por varios diagnósticos incorrectos a lo largo de sus vidas. Esta situación puede ser especialmente difícil, ya que las personas con autismo no diagnosticado pueden experimentar problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, debido a las dificultades que enfrentan en su entorno y en sus relaciones sociales.
¿Cuáles son los signos?
Los signos de autismo en adultos pueden variar ampliamente, pero algunos de los comportamientos comunes que pueden servir como pistas incluyen:
La introversión, un tono de voz inusual, expresiones faciales y gestos que no coinciden con lo que están diciendo, intereses intensos en temas específicos, falta de responsabilidad en el hogar o en el trabajo, dificultades para seguir conversaciones y problemas en las relaciones interpersonales.
Obtener un diagnóstico de autismo en la edad adulta puede ser un alivio y un punto de partida para mejorar la situación. Puede ayudar a las personas a establecer redes de apoyo y a acceder a recursos especializados que les permitan comprender mejor su condición y desarrollar estrategias para afrontar los desafíos que enfrentan. Además, el nuevo baremo de discapacidad, aprobado recientemente, reconoce específicamente el autismo como una condición independiente y diferenciada del diagnóstico de discapacidad intelectual. Este reconocimiento es crucial, ya que destaca el impacto que las características del autismo tienen en la vida de las personas que lo experimentan y la necesidad de proporcionar apoyos adaptados a sus necesidades en todas las áreas de su vida.
Me siento identificada con este artículo, sospecho que tengo TEA y si lo tengo sería un gran alivio un paso enorme para buscar ayuda y que las personas logren entenderme. Por suerte que se está hablando mucho del autismo en adultos y es importante poder hacerse el diagnóstico.
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