El autismo es un trastorno que abarca una amplia variedad de manifestaciones, lo que lo convierte en un espectro con diferentes tipos y niveles. Esta diversidad hace que la adaptación de los niños con esta condición en entornos sociales, familiares y escolares sea muy variable. Cada caso es único y evoluciona de manera particular, pudiendo mejorar o empeorar con el tiempo. Para comprender mejor esta complejidad, se utilizan tres niveles estandarizados según el Manual de los Trastornos en Salud Mental (DSM-5).
Niveles de autismo
- Nivel 1: Autismo Leve
En este nivel, la persona requiere ayuda moderada para desenvolverse en situaciones sociales. Puede tener dificultades para interpretar señales no verbales, así como para adquirir nuevas habilidades fuera de sus áreas de interés inmediato. La asistencia necesaria puede provenir de familiares, compañeros y docentes familiarizados con el autismo. Este nivel se relaciona con el «autismo de alto funcionamiento», donde la mayoría puede llevar una vida independiente en la mayoría de los aspectos.
- Nivel 2: Autismo Moderado
Aquí, la persona necesita ayuda notable, y además de contar con el apoyo de familiares y maestros conscientes de su situación, puede requerir terapias del lenguaje y apoyo profesional frecuente.
- Nivel 3: Autismo Severo
En el nivel más alto, la persona necesita ayuda muy notable. Las actividades cotidianas, como ir a la escuela o cuidarse a sí mismo, pueden resultar difíciles. Requiere la atención constante de alguien y asistencia profesional para adquirir habilidades que le permitan ser más independiente.

Dimensiones y Áreas del Autismo
Los niveles de autismo se asocian con distintas dimensiones, como la comunicación social, la flexibilidad cognitiva y los comportamientos repetitivos. Una persona puede tener un nivel leve de autismo en la comunicación social pero un nivel moderado en cuanto a sus intereses y comportamientos.
Detalles de los Niveles del Autismo
- Nivel 1
– Dificultades en iniciar interacciones sociales.
– Respuestas inadecuadas en situaciones sociales.
– Comportamiento rígido que afecta la organización y autonomía.
– Suelen revelarse en la escuela infantil.
- Nivel 2
– Deficiencias comunicativas notables, tanto verbal como gestualmente.
– Intereses reducidos.
– Rigidez en el comportamiento, ansiedad ante cambios y conductas restrictivas y repetitivas.
- Nivel 3
– Deficiencias graves en la comunicación e interacción social.
– Comportamientos restrictivos y repetitivos que afectan en todos los ámbitos.
Comorbilidades y Diagnóstico
Los distintos grados de autismo pueden venir acompañados o no de discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje, alteraciones sensoriales, problemas alimenticios y del sueño. Para diagnosticar el autismo, se utilizan pruebas como el ADOS-2, el M-CHAT-R y el ADI-R, además de una evaluación clínica. Es crucial que el diagnóstico sea personalizado para comprender las necesidades y comportamientos específicos de cada individuo.
Pruebas para Detectar el Autismo
El diagnóstico del autismo se basa en la observación de patrones de comportamiento. Además de la evaluación clínica, se utilizan pruebas estandarizadas como el ADOS, ADI-R y otras que evalúan el comportamiento social y normativo del paciente durante un periodo específico. Sin embargo, es fundamental que estas pruebas sean administradas por profesionales capacitados, ya que el diagnóstico del autismo es complejo y requiere una comprensión integral del paciente.
En resumen, el autismo es una condición diversa que se manifiesta de manera única en cada individuo. Los niveles proporcionan una guía general, pero el enfoque debe ser personalizado para comprender y apoyar adecuadamente a las personas en el espectro del autismo.
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